Fauna salvaje
El espacio de la Reserva de la Biosfera del Valle de Laciana, se encuentra incluido en la red de Lugares de Importancia Comunitaria (ES0000210) y de Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), dentro de la Red Natura 2000. Se trata de un área eminentemente forestal, con gran cantidad de valles de difícil acceso, lo que explica el buen estado de conservación de especies como el urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus) y el Oso pardo (Ursus arctos), las dos especies más emblemáticas de este territorio.
Hasta comienzos del Siglo XX, la vida en la comarca se sustentaba en la caza, la pesca, la ganadería y los escasos productos obtenidos de la agricultura. A pesar de que se mantienen algunas explotaciones ganaderas de pequeña magnitud y las actividades de caza y pesca se siguen desarrollando de manera importante, este estilo de vida se vio modificado con la llegada de la minería del carbón, que todavía hoy se constituye como la actividad principal para la economía local.
FLORA Y FAUNA
Flora y fauna son dos términos que van íntimamente ligados para poder garantizar el equilibrio fundamental del medio ambiente.
Nuestra paisaje, a pesar de tantos avatares, aún dispone de amplias superficies de vegetación autóctona y uno de los bosques mixtos mejor conservado de la Cordillera Cantábrica de un extraordinario valor biológico: bosques de robles, hayas, fresnos, avellanos, salgueros, capudres, abedules, acebos, tejos ocupan más de 3500 hectáreas de la Reserva, creando zonas de singular encanto.
Por encima de los bosques dominan las arandaneras y pastizales de alta montaña, mezclados con matorrales.
Gran parte del herbolario tradicional crece también en estas tierras; así podemos encontrar orégano, manzanilla, milenrama, verónica, genciana…
Aunque son lugar a dudas la más popular es la grichándana o narciso. Además de destacar por sus propiedades es la reina indiscutible de nuestros prados por su belleza y así lo atestigua su leyenda.
En cuanto a la fauna; todos sabemos la importancia que tienen en nuestros montes el oso pardo cantábrico y el urogallo cantábrico, siendo Laciana un territorio clave para su supervivencia.
El urogallo cantábrico, exclusivo de la Cordillera Cantábrica, es la subespecie más escasa y amenazada del mundo. Aunque es un ave protegida su situación resulta extremadamente delicada puesto que se encuentra en peligro de extinción y se estima que solo queda medio millar de ejemplares adultos. Su supervivencia en nuestros bosques constituye un esfuerzo de custodia y conservación por parte de todos.
Al igual que el urogallo, otra especie minoritaria es el oso pardo cantábrico. Son, junto con el lince, las especies más amenazadas de la fauna española. Si bien ha aumentado el número de especies, la viabilidad de la población cantábrica del oso no está garantizada a largo plazo; habría que intensificar sus esfuerzos para asegurar su conservación.
El bosque mixto de Laciana contribuye a su recuperación y desarrollo al ser su hábitat natural
Junto a ellos conviven también especies de notable interés como son la liebre de piornal, la perdiz pardilla, el desmán ibérico, la nutria, el lobo, el corzo,el rebeco, el jabalí, salamandras y tritones.
No debemos olvidarnos de las aves que surcan nuestro valle: cárabos, lechuzas, carboneros, águilas, milanos, cernícalos, así como cigüeñas y garzas.
Y la más apreciada de los ríos: la trucha.
Aves
Las comunidades de aves ligadas a la alta montaña (pastizales y roquedos) y a los bosques atlánticos son las más representativas, al encontrarse en ellas el mayor número de especies amenazadas, entre las que destacan, dentro de la comunidad reproductora de especies alpinas, la perdiz pardilla ibérica (Perdix perdix), acentor alpino (Prunella collaris), Chova piquigualda (Pyrrhocorax graculus) y Roquero rojo (Monticola saxatilis), y dentro de las comunidades de bosques, la subespecie cantábrica de Urogallo (Tetrao urogallus cantabricus), el Pito negro (Dryocopus martius) y el Búho real (Bubo bubo).
La especie más emblemática es el Urogallo cantábrico, con uno de los núcleos reproductores mejor conservados de la Cordillera Cantábrica. Existen en la zona entre 42 y 47 machos contabilizados durante los últimos censos, con una ocupación del 74%. La población de Laciana, con importancia a nivel internacional, constituye un núcleo extenso y relativamente estable. Sus principales amenazas son la fragmentación del hábitat, depredación, competencia con otros herbívoros, molestias causadas por actividades humanas y actuaciones negativas sobre su hábitat.
Urogallo Cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus)
Mamíferos
El grupo de los mamíferos se considera el más representativo de la zona, tanto por su valor económico (caza mayor y menor: rebecos, corzos, etc) como por la representatividad de varias de sus especies (Oso pardo, Lobo, Nutria, Desmán ibérico).
Destaca la presencia del Oso pardo (Ursus arctos) en la zona, especie en Peligro de Extinción y cuya reproducción en la comarca ha sido detectada con frecuencia en las ultimas décadas, por lo que el territorio de la Reserva de la Biosfera del Valle de Laciana resulta clave en la conservación de la especie a nivel nacional.
Laciana está incluida en su totalidad en el Plan de Recuperación del Oso pardo en Castilla y León (Decreto 108/1990 de 21 de Junio), y la especie está catalogada como En Peligro de Extinción por la UICN a nivel nacional e incluida en la misma categoría en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. La mortalidad causada por el hombre es el factor de amenaza más inmediato, y la alteración del hábitat incrementa los riesgos de mortalidad y puede impedir sus posibilidades de recuperación. Destaca a este respecto el trabajo que la Fundación Oso Pardo realiza para la conservación de la especie.
Oso Pardo del Cantábrico
Bosque y pradera
El paisaje de la Reserva de la Biosfera del Valle de Laciana, a pesar de su aparente naturalidad, a la que sin duda contribuyen sus extensos bosques caducifolios (llegando en la zona sur hasta una longitud de 10 km únicamente interrumpidos por el paso del río Sil) perfectamente conservados, esconde un intenso manejo secular que deviene en su actual configuración.
Los Bosques
Constituyen la unidad más importante desde el punto de vista biogeográfico y naturalístico en el territorio de Laciana. En general, se trata de un bosque de caducifolias que se extiende de manera intermedia entre las cumbres, cubiertas de praderas y matorral, y los espacios agrarios tradicionales como praderas de fondo de valle o las brañas, con los que siempre mantiene un borde nítido sin intervalo de transición.
Destacan sobre todo los bosques con predominio de roble y los abedulares maduros, considerados como los más importantes y mejor conservados a nivel nacional. Junto a estas dos especies se entremezclan arces, tilos, alisos, serbales, tejos (destacan entre los de mayor importancia de europa, por su edad y envergadura, los de Rioscuro o El Villar de Santiago), acebos y hayas.
Estos bosques suelen ser irregulares y compactos, adaptándose a las morfología del terreno, con una textura de grano de medio a grueso y con un fuerte contraste interno cuando la masa forestal está conformada por más de una especie.
Matorral
Conforman una extensa malla, tupida e irregular. Está constituida de forma principal por brezales, enebro rastrero y piorno serrano, que se presenta con distintos portes y densidades, a veces en torno a las masas de bosque u ocupando el espacio de los pastizales abandonados (formación muy dinámica).
A pesar de estar presentes en gran parte del territorio, las manchas más extensas y compactas se localizan en las vertientes de los valles septentrionales (Leitariegos, Orallo, Sosas, San Miguel o Lumajo).
Prados y pastizales
Se localizan preferentemente en las zonas más bajas de los valles principales, como el de Villablino, y en los valles afluentes del Sil de dirección N-S (Vega del Palo, Riotuerto, Orallo, Sosas, San Miguel o Lumajo). En estos lugares los prados de fondo de valle eran el complemento de los pastizales de altura y de las brañas a donde se desplazaba el ganado durante el verano. La estructura interna suele alternar dos elementos que le confieren su personalidad: por un lado superficies casi planas con los prados y pastizales y, por otro, sus bordes lineales constituidos por setos vivos de árboles y arbustos (robles, arces, fresnos, alisos, abedules).
Especies protegidas
Catálogo de Flora Protegida de Castilla y León (Anexo II): Festuca elegans, Festuca summilusitana, Narcissus asturiensis
Catálogo de Flora Protegida de Castilla y León (Anexo III): Armeria cantabrica, Cardamine raphanifolia subsp. gallaecica, Eryngium duriaei, Huperzia selago, Isoetes velatum subsp. asturicense, Lycopodiella inundata, Taxus baccata.
Catálogo de Flora Protegida de Castilla y León (Anexo IV): Amica montana, Gentiana lutea subsp. auranthiaca, Ilex aquifolium, Narcissus triandrus
Aprovechamiento
La agricultura en la zona ha aparecido tradicionalmente como actividad complementaria a otras y basada en el cultivo de pequeñas huertas durante los meses de primavera y verano, con un ciclo posible, debido al clima, de unos 100 días como máximo.
En la actualidad,se están llevando a cabo investigaciones y desarrollando una serie de experiencias por parte de APROGEN (Asociación promotora de la Genciana y otras plantas de interés), para el aprovechamiento de la Genciana, el arándano o las plantas medicinales de forma comercial. Esta asociación cuenta con la colaboración de los técnicos de la Fundación Laciana Reserva de la Biosfera.