Construcciones 2018-06-18T15:24:05+00:00

Construcciones

La vivienda lacianega, así como todas sus construcciones anejas y auxiliares, se inscriben dentro de los términos generales que definen la arquitectura de la montaña leonesa. La influencia de la actividad ganadera es palpable en cada una de las construcciones, en las que, sin embargo, podemos anotar una serie de elementos diferenciadores que permiten definir una arquitectura típica de la Laciana.

En el histórico valle de Laciana, al noroeste de León y en algún pueblo cercano de la comarca de Babia se conservó hasta el segundo tercio de este siglo un tipo de edificio muy singular que merece ser analizado.

Lo mismo que la casa anterior esta construcción sólo puede analizarse por las descripciones, dibujos y representaciones que han llegado hasta nosotros. El último edificio de estas características se derrumbó poco a poco hace unos veinticinco años en Caboalles de Arriba, siendo otra de Sosas de Laciana, desaparecida en los años cincuenta, la que se encuentra reproducida en el Museo de los Pirineos en el Castillo de Lourdes, Francia.

La referencia más antigua que tenemos de esta casa es de 1927 y se debe a M. Medina Bravo, que en su texto Tierra Leonesa se lee: «Pueden citarse como edificaciones típicas, la vivienda en semicírculo orientado al sur, con el hórreo en medio, ambos cubiertos de paja, que se ve aún en pueblos de Laciana y Babia».

Con posterioridad, Florentino Agustín Díez González en el libro Laciana, describe esta casa en los siguientes términos: 

«De tiempos remotos data asimismo, y aún se conserva en parte, la interesante concepción arquitectural de sus viviendas, que reproducimos en uno de los gráficos de esta Memoria, según la atinadísima reconstitución de Medina Bravo en su obra ya citada. Ofrecen su fábrica y disposición la forma de un semicírculo, y constaba de las siguientes dependencias: al fondo la habitación familiar, siendo la pieza más espaciosa y cuidada la cocina, con su lar de piedra y su amplísima chimenea de humo, la típica «piérgola» y los clásicos «morillos» y «pregancias». En el portal de entrada, a un lado, solía emplazarse la «ochera» —ollera— para enfriamiento y natación de la leche. En una de las alas del semicírculo obraban los establos para el ganado vacuno, con sus correspondientes pajares, y en la otra los del ganado menor, cabras y «oguechas» —ovejas—, con la tenada para leña. Generalmente, a una de las partes laterales del fondo, sobresaliendo del cuerpo sobre la parte posterior del edificio general, se emplazaba el horno familiar. En el centro del patio, el hórreo, de modalidades propias, que lo diferencian del gallego o asturiano. Bajo el hórreo se encerraba la carreta, estrecha, larga y baja, de factura céltica y ejes rechinantes fijos a las ruedas ciegas con las que giraban, y se colgaban aperos y herramientas. El cuerpo alto y cerrado del hórreo constituía el granero y la despensa de determinados artículos, y se levantaba sobre cuatro columnas rudas de piedra. La cubierta de estas edificaciones era de paja y se llamaba «el teito», sustituyéndose poco ha por la piedra gris oscura o negra, ligeramente desbastada, que hoy prevalece en la cubierta de todas las construcciones de la comarca. Estas casas típicas de Laciana tenían todas sus entradas y luces por el patio central, y si al exterior se abría algún hueco, era de dimensiones insignificantes, livianos y disimulados agujeros o mirillas para la labor de escucha o vigilancia que alimañas u hombres desalmados pudieran exigir del montañés».

Esta especial disposición de la vivienda típica responde perfectamente al medio geográfico y al buen sentido de administración de sus pobladores. En ella se observa la preocupación esencial de concentración, el fanático arraigo familiar, la razón de defensa, y constituye el ejemplo más vivo y vigoroso de la proyección natural del hombre sobre sus cosas.

Horreo

El Pozo Minero

Más actual, pero con una gran importancia, tenemos los pozos mineros, restos de la actividades frenética de la comarca durante todo el S.XX, y que conservan gran valor etnográfico, lúdico y educativo.

Se conservan en la comarca un buen número de pozos mineros fuera de uso, algunos de los cuales se encuentran en proceso de rehabilitación y adaptación para el uso turístico. No podemos entender la historia reciente del territorio de Laciana sin darnos una vuelta por uno de estos elementos del patrimonio industrial minero.

Arte y tradición

CASONAS Y PALACIOS

Son numerosas las muestras de arquitectura tradicional.

Si bien los ejemplos más sobresalientes los tenemos en casonas de familias importantes del valle.

En San Miguel encontramos un buen ejemplo como son la Casona, la Quinta Dorotea, la Cortina o Casa Fierro.

Otros edificios singulares fueron las escuelas diseñadas por el arquitecto Amós Salvador y Carreras, en la década de 1910.

Se construyeron las escuelas de Sosas, Rioscuro, Orallo, Rabanal de Abajo, Robles, San Miguel, Villablino (antiguo juzgado) y Villaseca de Abajo.

La arquitectura de la zona se caracteriza por sus edificios robustos hechos para proteger del frío en invierno, levantados con materiales autóctonos: paredes de piedra y tejados de losa de pizarra.

La vivienda tradicional o casa lacianiega tiene planta en forma de U o L, orientada al sur y con patio de piedra, donde se sitúa el hórreo.

Un ejemplo magnifico de casa palacio lo encontramos en Villablino: la casa de Sierra Pambley y que es un prototipo de la casa solariega de Laciana. Ésta guarda entre sus paredes recuerdos de la gran labor educativa que llevó a cabo su dueño y fundador de las Escuelas de educación gratuita de Sierra Pambley, edificio anexo a la casa y que hoy en día sigue ofreciendo actividades educativas.

La casa tiene forma de U con un corral cubierto de chábanas donde se ubica el hórreo. En torno al corral estaban situados las cuadras, pajar, almacén y granero y la capilla de San Esteban.

En la fachada este hay dos arcos de medio punto, el paso carretero al corral, un pozo y el escudo de armas de Sierra Pambley de 1774.

En la parte superior encontramos un gran corredor al que daban los dormitorios, el comedor, la cocina y los hornos.

PUENTES, PILONES, MOLINOS Y LAVADEROS

El disfrute a aprovechamiento del agua es fundamental en el día a día de los lacianiegos.

Los pilones, entes de que llegara el agua a las casas eran utilizados como fuentes con un caño para los vecinos y como abrevaderos para el ganado.

Numerosos son también los lavaderos, lugar de trabajo y de encuentro para las mujeres, y los molinos, que aprovechaban la fuerza hidráulica para moler el trigo y el centeno.

Mención aparte merece la lechería hidráulica de Sosas, recientemente reformada, y que muestra a los visitantes el modo de trabajar la leche y elaborar la manteca a principios del siglo XX.

IGLESIAS

En todos los pueblos está presente una iglesia, una ermita o una capilla. Son monumentos sólidos, que tienen en común una espadaña frontal y una edificación a dos aguas.

La Iglesia de San Xuliano, en Robles de Laciana, y que ha sido declarada Bien de Interés Provincial, data del año 1090. El ábside y la primera parte de la nave hasta el arco pertenecen al románico y la segunda parte de la nave, el coro y la espadaña pertenecen al siglo XVI.

En el interior del templo se conserva una pizarra escrita en latín donde se muestra la historia de la iglesia.

La Iglesia de Rioscuro es otra reliquia del arte románico astur-leonés, junto con la de Robles, la de San Miguel y la de Orallo.

Aunque ha sufrido varias reformas y ampliaciones evidentes, de los siglos XIII y XIV se conservan pinturas murales escondidas detrás del altar mayor. Éstas representan el Misterio de la Ascensión de la Virgen en el cielo y en la tierra.

La Iglesia de San Miguel data del siglo XVII, aunque existen claros indicios de un templo anterior. La pieza más valiosa del arte religioso de esta iglesia lo constituye el calvario, que corresponde a la transición entre el románico y el gótico. Está formado por tres imágenes a tamaño real de Jesús, la Virgen y San José. Es una obra excepcional, digna de ser contemplada.

Dentro de este conjunto encontramos también lápidas funerarias de las familias Buelta y Lorenzana, hombres importantes en la historia de Laciana.

Merece especial atención el calvario formado por Cristo crucificado, la Virgen y San Juan como único ornamento que preside la pared frontal del presbiterio. Se trata de una obra maestra y casi excepcional, concebida posiblemente en el siglo XIII, durante la transición del romanico al gótico.

Añadimos una última pieza a este interesante patrimonio y es la imagen de una Virgen romanico-gótica, del siglo XIV, sedente y que sostiene al niño Jesús en su brazo izquierdo, pequeña y de gran dulzura.

Destaca del conjunto arquitectónico la espadaña, en cuyos vanos encontramos las campanas, una de mayor tamaño que la otra, llamada popularmente la Campanona.

La Iglesia de San Andrés de Sosas de Laciana con su torre cuadrada, muy característica del arte románico, reforzada con un contrafuerte que es el elemento que más llama la atención.

En su interior podemos encontrar tumbas antropomorfas pertenecientes a un cementerio de la época medieval.

En la Capilla del Cristo, de Caboalles de Abajo, el retablo es barroco y data del siglo XVII y en él aun se aprecia el dorado de las láminas del Pan de Oro. Este retablo está presidido por el Cristo de Los Mineros de finales del siglo XVII y dos imágenes que corresponden al romanico tardio.

Desde 1975 existe una cofradía de Semana Santa.

Santuario de Nuestra Señora de Carrasconte.

HÓRREOS Y POTROS

El hórreo es una construcción utilizada como despensa y granero.

Los hórreos de laciana son, casi todos, de planta cuadrada y con techo de paja de centeno (teito) o con losa de pizarra.

Están separados del suelo mediante cuatro pilares llamados pegollos

Debajo de estas construcciones se suele aprovechar el espacio para guardar la leña para el invierno, el carro o diversos aperos de labranza.

Los potros son estructuras de madera utilizadas tradicionalmente para inmovilizar al los animales mientras se les practicaba el herraje, necesario para poder desempeñar el trabajo de las tierras.

Suele haber, al menos uno en cada pueblo y eran de propiedad pública generalmente.

OFICIOS TRADICIONALES

La artesanía alimentaría es, entre las artes populares, la que más importancia merece en la actualidad.

Los sabrosos embutidos, la miel, los quesos, los licores y la repostería son los productos más destacados.

Todos ellos elaborados con productos naturales que pueden obtenerse fácilmente en mercados y ferias tradicionales.

También se pueden encontrar todavía notables piezas de artesanía en madera. Madreñas y castañuelas son los más populares.

La cerámica, la artesanía textil y la forja están adquiriendo en la actualidad un prometedor ascenso.

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